Ser de Nadie
Aprendí a amar lento y despacio, en cada brisa del viento, con cada respuesta del cielo.
Charlar con el infinito fue siempre mi consuelo.
Y el viento deja volar todas mis sonrisas al suelo.
Convertí mi corazón en un bosque desierto
Sus ramas y su hojas, todos sus deseos...
Cavé en aquel bosque cada una de mis llagas,
Cada uno de mis tormentos....
Y los latidos en mi corazón no se apagan
Y la vida del bosque da frutos que no son esperanzas.
Enterré mis sueños, mis anhelos
para seguir caminando y perderme en el tiempo.
Y no recordar mi nombre
No depender de un apellido
Respirar solo por brisas
¿Vivir solo por sonrisas?
¿Dónde quedó el destino....
.....y la muerte que me prometían?
Late en el suelo de mi corazón
Una caja que resuena por el vacío en su interior.
Y yo soy solo una envoltura
Cual papel de regalo que el interior oculta.
Mira al cielo...
...como si éste me fuera a llevar mañana.
Encuentra consuelo
en las nubes y su revoloteo
En los atardeceres
porque el sol también muere cada día.
En las tormentas
porque en su caos aún existe luz.
Desconocida por los vivos y ajena compañera de los muertos.
Así es como vivo,
así es como muero.
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