De la realidad y el amor
Hoy debo preguntarte por qué el delirio es un paso entre la imaginación, la realidad y el amor, que nos ciegan ante la luz de la razón,
Necesito esta pregunta para saber si tú la responderías por mí.
Entre mi mente y mi corazón está mi absurda capacidad para la belleza, y entre mi corazón y mi mente prevalece el “tu”.
Necesito saber cuál es tu delirio y cuál es tu realidad, cuál es tu expresión del amor, para conocer tu imaginación. Lo único que, a parte de tu yo interno, no vi ni sentí, y no conozco.
Envolví en un agujero negro el amor y la ceguedad que me impedía pensar en lo que es cierto. Y ahora no estoy contigo, no pienso en lo presente, ni olvido lo pasado, el futuro aún no es creíble ni real, aún no sucede.
Al pensar en lo real y cruel que es la vida, mis ojos se humedecen, todo llora en mi interior, y no indica ya nada la brújula roda de mi corazón.
Y si pudiera volver al momento importante de cada día, esa sería la luz al mirarte con alegría.
No voy a convertir mis palabras en juramento, ni mis sentimientos en pensamientos.
Si quererte duele, he de morir sufriendo.
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